Libre de Espinos
En la parábola del sembrador (Mateo 13:3-8), Jesús habla acerca de un
sembrador quien esparcía semillas en cuatro tipos de tierra: compacta,
de poca profundidad, espinosa, y fértil. En esta parábola, la semilla
se refiere a la Palabra de Dios y la tierra se refiere a aquellos que
oyen la Palabra.
Aquellos de tierra compacta tienen corazones que son tan duros que
inmediatamente la rechazan. Aquellos de poca profundidad probablemente
germinen y crezcan rápido, pero ellos también pierden interés
rápidamente y mueren. La mayoría de nosotros caemos en uno de los dos
últimos tipos de tierra. Deseamos que la palabra de Dios crezca en
tierra fértil y que produzca una cosecha dadivosa, pero parece que
continuamente estamos batallando contra los espinos.
Mateo 13:22
"El que recibió la semilla que cayó entre espinos es el que oye la
palabra, pero las preocupaciones de esta vida y el engaño de las
riquezas la ahogan, de modo que ésta no llega a dar fruto."
Hoy en día tenemos más oportunidad de recibir la Palabra de Dios que en
cualquier otro tiempo en la historia. Podemos oír buenos sermones en la
iglesia, en la radio, en cassette, y aún en el Internet. Podemos leer
la Palabra de Dios en una variedad de traducciones y recibir una
abundancia de ayuda con interpretaciones. Nuestra tierra
definitivamente está recibiendo semillas. Pero nuestro reto es mantener
nuestras vidas libres de las distracciones que obstaculizan el crecimiento.
Aquí está una prueba simple de nuestra tierra. Jesús dijo que el primer
mandamiento es "Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu
alma y con toda tu mente" (Mateo 22:37). ¿Cuando fue la última vez que
su corazón se desbordó con amor para Dios? ¿Cuando fue la última vez
que pensamos en el sacrificio de Jesús y casi hervíamos con
"¡Agradecimiento!"?
Dios desea que le amemos a El. De hecho, Su Palabra entera es un
mensaje que nos llama a una relación con El llena de amor. Si se nos es
difícil seguir Sus deseos mas básicos, no es sorpresa que estemos
confundidos acerca de donde El nos está guiando. Buscamos dirección
específica en cuanto al lugar en el que viviremos y el lugar donde
trabajaremos, pero fallamos en darle nuestro corazón entero y
simplemente adorarle a Sus pies.
Cuando la Palabra de Dios viene a nuestra vida, debemos recibirla y
cuidarla como un regalo valioso. Debemos buscar inmediatamente maneras
de aplicar Su Palabra y hacerla crecer, no procesarla a través de
distracciones como fechas de entrega, citas, pagos, y relaciones y
aspiraciones mundanas.
¿Está creciendo la Palabra en nuestras vidas, o está siendo ahogado por
las demandas innecesarias del mundo? "El mundo se acaba con sus malos
deseos" (1 Juan 2:17), pero las cosas de Dios son eternas. Dios nos
está llamando a vivir una vida dedicada a El en TODO lo que hacemos.
Limpiemos nuestro jardín y removamos las distracciones para que la
semilla de Su Palabra pueda crecer y producir fruto. Empecemos a
desarrollar tierra fértil que esté libre de espinos.
Que tenga un buen día!
Steve Troxel